Día lluvioso, de huelga, color cenizo en el cielo y una cita con Mohamed Sidati, Ministro para Europa del Frente Polisario (FP). El Señor Sidati nos recibe en un café popular del centro de Bruselas, y tanto su imagen como su actitud se alejan mucho del estereotipo de autoridad que existe en la oficiosa capital de Bruselas. Tiene el rostro y la mirada de quien ha defendido muchas veces su lucha, y en su verbo se lee entre líneas que no es ni la primera vez ni será la última que se encuentre ante una entrevista de este tipo. Pese a mostrarse preocupado por la aparición de tambores de guerra en una parte de la población saharaui, a diez días del decisivo Congreso del movimiento de liberación nacional, en sus palabras se vislumbra lo que él llama “el optimismo del combatiente”.
Señor Sidati, la primera pregunta es obligada, ¿qué información puede darnos sobre la situación de los tres cooperantes, secuestrados hace ahora casi mes y medio en los campamentos de refugiados?
Eran gente solidaria que prodigaban su cooperación y su ayuda generosa, luego nos sentimos responsables en este sentido, pero tristemente están en manos de los terroristas. Desde el inicio, hemos llevado a cabo una investigación para localizarlos y saber cómo podemos liberarlos. En cuanto a la autoría, aún no la hemos determinado, estamos recopilando información. Por el momento no podemos confirmar con certeza si se trata de Al-Qaeda u otra organización. Nosotros queremos salvarlos, los hemos localizado varias veces, pero ha de primar el interés por devolverlos sanos y salvos.
Pensamos que el objetivo de este secuestro es frenar la visita de extranjeros (españoles e italianos fundamentalmente) a esta zona, obstaculizar la ayuda humanitaria y generar miedo a visitar los campamentos. Por otra parte, también se trata de denigrar la visión que se tiene del FP intentando mostrar que existe descontrol sobre los campamentos. ¿Quién puede tener interés en ello? Lo dirá el tiempo. Por último, esta zona siempre se había considerado ajena a este tipo de problemáticas pero ahora se quiere dar la imagen de que existe descontrol. Sin embargo, nosotros controlamos los campamentos y no vamos a permitir que esto ocurra. Pasan cosas inesperadas y hay que asumirlas. En este asunto nuestro máximo interés es devolverlos a casa sanos y salvos. A partir de ahora, sabremos cómo defender a nuestros huéspedes.
Incluso hemos recibido una carta de la Señora Ashton, solidarizándose con los secuestrados y los saharauis heridos durante el ataque y hemos tenido contactos con ellos en este punto.
Nosotros queremos salvarlos [los cooperantes secuestrados], los hemos localizado varias veces, pero ha de primar el interés por devolverlos sanos y salvos
¿Ha habido contactos con Argelia y Mauritania para mejorar las medidas de seguridad?
Con ambos ha habido una concertación desde el principio. Argelia tomó sus medidas, porque al fin y al cabo los refugiados están en territorio argelino, pero si alguien va ahora a los campos también podrá ver las medidas que hemos tomado nosotros. En los territorios liberados el pueblo saharaui es soberano. Ejemplo de que el FP controla esos territorios es que el día 15 se organiza el Congreso del Frente en Tifariti. En nuestro propio territorio no necesitamos la ayuda de nadie, pero en los territorios ocupados la situación es mucho más preocupante.
Ahora se descubre a nivel internacional algo más importante, el pueblo saharaui es víctima no sólo del terrorismo de Estado marroquí, sino del terrorismo internacional. Estamos enfrentando una situación en la que los saharauis defenderán a sus amigos. Pese a todo, para nosotros fueron sorprendentes las declaraciones de la Ministra española de Asuntos Exteriores, diciendo que la ONU debe garantizar la seguridad en los campamentos de refugiados… bueno, no merece comentarios, como familia y amigos, tan solo esperamos la libertad de los secuestrados sanos y salvos. Al menos tenemos la confirmación de que están vivos.
Mencionaba usted a la Ministra Española de Asuntos Exteriores, con este gobierno ustedes han sido muy críticos respecto a la posición frente al conflicto. Con el cambio de gobierno, ¿cambian algo las perspectivas saharauis respecto a las autoridades españolas?
Está claro que el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero optó de una vez por unas relaciones privilegiadas con Marruecos, en detrimento de la excolonia española y del pueblo saharaui.
A pesar de que muchos entre los socialistas españoles mostraron tradicionalmente su simpatía y su solidaridad con el pueblo saharaui, durante el pasado gobierno la posición de España sobre el conflicto del Sahara Occidental fue decepcionante y frustrante para los saharauis, que contaban con una política de claro apoyo al derecho internacional, y contaban también con que el gobierno español actuaría en pos de la implementación del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. No fue así y, a pesar de las declaraciones, la actitud de los gobernantes españoles fue de ambigüedad, beneficiando a la política de ocupación marroquí.
En relación con la política española hacia el conflicto del Sahara Occidental, esperamos que lo peor lo hemos dejado atrás.
Respecto a cómo será la posición del nuevo gobierno, nosotros pensamos que el interés de España debería ser el encontrar una salida justa y pacífica al conflicto del Sahara Occidental a través del ejercicio de la autodeterminación del pueblo saharaui. Esta es la única solución que puede garantizar la estabilidad, la seguridad y la cooperación con los vecinos en la región. Nosotros no cerramos los ojos ante los legítimos intereses de España en Marruecos, pero sin que sea en detrimento de los saharauis, porque la cuestión del Sahara Occidental es un tema de descolonización, y España tiene una responsabilidad histórica, moral y política con esta tierra y su pueblo, y por eso debe asumir su responsabilidad hacia su antigua colonia.
Otro elemento importante, es que España debe entender que en una época tan importante, como la llamada Primavera Árabe, en la cual se habla del triunfo de valores como la justicia, la democracia y la libertad de los pueblos, el pueblo saharaui vive y aspira a estos cambios. España debe tenerlo en cuenta en su postura hacia ese conflicto y tener una actitud responsable que se debe concretar en la aplicación del derecho internacional y del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
En otro orden, pero también relacionado con los campos, se cumplían hace algunas semanas un año de los desalojos de Gdeim Izik, ¿cuál es la situación en los territorios ocupados a día de hoy?
En el Sahara Occidental ocupado por Marruecos hay violaciones graves de derechos humanos. Hay 84 presos políticos saharauis. En este momento hay 23 prisioneros políticos en huelga de hambre desde hace más de un mes; unos de ellos vive una situación de gran deterioro físico. Nosotros siempre hemos pedido la inclusión de la observación de los Derechos Humanos en el mandato del Minurso – la Misión de Naciones Unidas en el Sahara Occidental – ya que es la única Misión de Paz de la ONU que no incluye un aspecto tan importante.
Existe una necesidad imprescindible de que la cuestión de los derechos humanos sea objeto de investigación por parte de la comunidad internacional, pero Marruecos se opone, apoyado por Francia, principal protector de la monarquía marroquí y de sus tesis expansionistas.
Hasta ahora en los Territorios Ocupados la reacción de los saharauis a la represión marroquí ha sido pacífica, pero la frustración aumenta y la situación se pone cada vez más peligrosa. Gdaim Izik fue la protesta pacífica más importante desde el comienzo de la Intifada Saharaui Pacífica en 2005: entre septiembre y octubre del 2010 se creó cerca de El Aaiún un campamento de 20.000 saharauis que reivindicaban un trabajo, el derecho a una vida digna y el respeto del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
Un ejemplo magnífico de lucha pacífica al que Marruecos respondió con balas, quemando y destrozando al Campamento símbolo de esperanza. Incluso Noam Chomsky lo definió como “el primer brote de la primavera árabe“, que llevó al derrocamiento de los dictadores en Egipto, Túnez… Si Marruecos quiere demostrar que no se violan los DDHH en la zona, que acepten la vigilancia de la MINURSO.
Hablábamos antes de cambios con las elecciones españolas, pero también se han producido elecciones en Marruecos, con la victoria del Partido de la Justicia y Desarrollo. ¿Perciben vientos de cambio con estas elecciones y la victoria del PJD?
Desde nuestro punto de vista no creemos que vaya a haber cambios. El PJD ha sido siempre chauvinista, cercano a los planteamientos del partido nacionalista Istiqlal y a otros. Es muy conocido por su colaboración estrecha con el Estado marroquí. Nuestra postura es que la democratización implica el derecho a la autodeterminación. Por otra parte también nos fijamos en la calle marroquí, con el Movimiento 20 de febrero, que es un movimiento presente y una señal de esperanza de que las cosas pueden cambiar en Marruecos.
Y mirando esa Primavera Árabe hacia el interior, se ha hablado mucho de reforma interna del FP, ahora se organiza el Congreso del Partido, aparecen movimientos que piden la reforma interna como el Jat Achahid. ¿Cómo se ven estos cambios desde dentro del FP?
Nosotros estamos luchando por los mismos valores de la Primavera Árabe: la solidaridad, la justicia, la libertad, la paz… eso es el denominador común que nos une con los demás pueblos árabes.
El Frente Polisario es un patrimonio de todos los saharauis: es un movimiento de liberación nacional que nació en el mayo de 1973, que incluye a todo el espectro ideológico y político saharaui y es la expresión de la voluntad del pueblo saharaui. Se trata de un frente amplio en el cual siempre ha habido y hay un debate constante sobre la manera de llevar adelante nuestra lucha. La primera tarea de un movimiento de liberación es sumar fuerzas y movilizar al pueblo para lograr el objetivo de la autodeterminación y la independencia. Por ejemplo ahora, en ocasión del próximo Congreso, que tendrá lugar en los territorios liberados de la RASD, hay un debate sobre si volver a la lucha armada. Nosotros hasta ahora hemos privilegiado la lucha pacífica, pero nuestra paciencia no es eterna. Eso va a ser uno de los principales temas de debate.
En cuanto al liderazgo, los congresistas van a eligir la futura dirección.
Ahora entre el Frente Polisario y Marruecos hay un alto el fuego. Desde 1991 los saharauis optaron por la vía pacífica, pero desgraciadamente sus reclamaciones se han visto frustradas, y por eso seguiremos luchando. El Congreso tendrá un debate intenso y sincero. Pero la frustración del pueblo crece ante la falta de avances concretos hacia una solución pacífica del conflicto. Mientras tanto el FP sigue luchando primero por la liberación de nuestro pueblo, pero también para mejorar la situación de los campamentos de refugiados.
La RASD – Republica Árabe Saharaui Democrática – es un estado que vive en el exilio, miembro fundador de la Unión Africana, reconocido por más de 80 países, pero sobre todo es el proyecto de un futuro para todos los saharauis.
Se nota en su visión una preocupación en torno a la vuelta a la lucha armada, sobre todo por la posición de los más jóvenes que viven la situación con desesperanza, pero aquéllos que están dentro de la jerarquía del Frente, ¿cómo perciben esta situación de que una corriente interna apoye la lucha armada?
Primero no podemos hablar de jerarquía en un verdadero movimiento de liberación, sino de un liderazgo forjado en la experiencia y en las competencias. Por ejemplo hay ministros y dirigentes que pertenecen a las nuevas generaciones
Sí, pero mencionaba usted antes a los jóvenes que han vivido desde el principio esta situación de desesperanza… -
Una generación de jóvenes y no solo los jóvenes ahora, una corriente bastante importante, incluso mayoritaria, está pidiendo al FP que contemple la lucha armada, porque la comunidad internacional ha sido pasiva y hasta ahora no asumió sus responsabilidades. Marruecos no respeta las resoluciones de la ONU y la legalidad internacional y eso, según la opinión de muchos saharauis, vulnera la perspectiva de una solución pacífica del conflicto.
En todo caso, la decisión de reanudar la lucha armada o no es competencia del Congreso del FP que decidirá, y nosotros, tanto la dirección como la estructura del FP, nos movilizaremos en función de la decisión del Congreso. La mayoría, incluido yo, estamos frustrados, pero tenemos paciencia, hay que ver si con el nuevo contexto internacional podemos conseguir nuestro objetivo de otra manera que no sea la guerra.
La pregunta está planteada, pero al final, el Congreso, que es soberano, decidirá.
Hay voces que hablan del Frente Polisario, como el Jat Achahid, y se refieren a posibles casos de corrupción, nepotismo, es decir existen una serie de acusaciones desde el exterior y gente que perteneció al movimiento como hemos mencionado antes, ¿cómo se percibe desde dentro?
No es así. En primer lugar, hay que distinguir lo que es la campaña de denigración por parte de Marruecos que, desde el principio de nuestra lucha, intenta de dar una mala imagen del Polisario. Una campaña intensificada en los últimos tiempos a falta de otros argumentos. Ahora Marruecos está intentando decir que el FP no representa al pueblo saharaui. Esta es una maniobra para substraerse a sus obligaciones e inducir a confusión a la opinión internacional, como ya hizo Israel cuando acusaba a la OLP de no representar al pueblo palestino.
Eso forma parte de la guerra que nos hace Marruecos. También una forma generar movimientos paralelos que sirvan a los intereses de Rabat. Marruecos ya lo intentó con el CORCAS, y ahora con este movimiento llamado, entre comillas, Jat Achaid. Eso sirve para crear confusión y generar esa impresión. Pero esto ya lo hemos visto en el pasado.
Es la historia colonial: recordamos muy bien cuando en Angola los portugueses estaban intentando debilitar al movimiento de liberación angoleño MPLA, llevaron al FNLA, ¿dónde está este movimiento? Ha desaparecido.
Esta es la regla de cualquier guerra colonial, debemos entenderlo así. Decir que los saharauis están corruptos, que son una jerarquía, que Mohamed Abdelaziz está allí desde hace 30 años… He dicho que somos un movimiento de liberación nacional, mientras que la gente crea que Abdelaziz es capaz de liderar el Polisario, estará ahí. Si no fuera así, si los saharauis no estuvieran convencidos, Abdelaziz no estaría a la cabeza del FP, que no es un Estado, no es como Marruecos donde al rey Mohamed VI no se le puede derrocar, porque es sagrado.
En todo caso, Marruecos para mí es un adversario. No lo califico de enemigo, sino de adversario, porque la geografía es como Dios, se impone y no se puede cambiar la geografía. Tarde o temprano tendremos que sentarnos a la misma mesa y trabajar juntos, saharauis y marroquíes; pero mientras tanto, Marruecos nos niega nuestros derechos, niega que somos una entidad, un pueblo… es difícil negociar. Y se debe discutir con la cabeza, no con emociones, ese es el problema.
Ya que estamos en Bruselas me gustaría preguntarle por las relaciones con la UE. En estos momentos la Comisión está enfrascada en un cambio del plan de cooperación de la UE para vincularlo más a la democracia, y Bruselas siempre se precia de ser un actor que respeta el Derecho Internacional en su política exterior. En ese contexto ¿cuál cree que va a ser su papel en el conflicto?
Su pregunta es muy pertinente. Cada vez la política exterior europea está más integrada pero no para este conflicto. Padecemos la postura francesa, con una visión dominante, que contaba desgraciadamente con el apoyo del gobierno socialista español. Ambos han querido dar el estatuto de país privilegiado a Marruecos pese a que no respeta los Derechos Humanos. Se cierra los ojos respecto a su comportamiento en el Sahara y se obvia el derecho internacional. Marruecos incluso firma acuerdos ilegales con la UE, como el de pesca en el que se incluyen las aguas territoriales saharauis. Europa está dando las mayores ayudas de todo el Magreb a Marruecos, está firmando acuerdos e invirtiendo. Sin embargo en el tema del Sahara sólo ha mostrado ambigüedad. La cuestión que se debe plantear es un mayor protagonismo europeo en las gestiones de Naciones Unidas, frenando las violaciones de Derechos Humanos, y sobre todo una participación más activa en la resolución del conflicto. Para nosotros, la UE debe implicarse de manera activa y participativa ya que dispone de los medios para influir sobre Marruecos.
Dado que las posiciones tanto de la Comisión, como del Consejo son difíciles de cambiar a este respecto, ¿cómo valora la posición del Parlamento, donde hay voces que les apoyan como la de Willy Meyer?
Existe un grupo de amistad en el Parlamento Europeo, tenemos amigos y hay resoluciones sobre el conflicto pero sufrimos el bloqueo francés en el Consejo. Aún así, la Comisión tiene resoluciones interesantes pero necesitamos una mayor implicación en la resolución del conflicto. Normalmente Europa suele incluir en los acuerdos la cláusula de respeto a los Derechos Humanos pero en el caso marroquí está cláusula está bloqueada. Esta situación debe corregirse.
Para terminar, tras Plan Baker I, Baker II, referéndum…… ¿cómo ve el Sahara en 20 años?
Tras tantos años, crece la desesperación y la desesperación lleva a situaciones no deseadas. Dicho esto, yo, como mi generación, mantengo el optimismo del combatiente. Pienso y espero que por fin Marruecos se dará cuenta de que aplastar al pueblo saharaui no es posible, que ocuparlo definitivamente no es viable; que hay que respetar el derecho a la diferencia, reconocer al otro, al derecho a la autodeterminación. Lo mejor que se puede hacer para construir un Magreb justo, en el que no haya discriminación y se desarrollen valores democráticos, es solucionar el conflicto del Sahara, lo que no daña a Marruecos. El día que se solucione Marruecos también saldrá beneficiado. Alargar el sufrimiento de los pueblos, por un espejismo, duele y perjudica y pospone la reconciliación… lo veo desde el optimismo del combatiente y sigo luchando por los derechos de mi pueblo.