DESDE EL ATLANTICO CARLOS RUIZ MIGUEL 28 de junio de 2010 La noticia acaba de ser publicada. Una profesora española que daba clases de español en el Sahara Occidental ocupado ha sido expulsada. Se alega que por ser evangélica (protestante). Pero también puede ser que haya sido por ser profesora de español en el Sahara Occidental. Una nueva acción hostil contra españoles, contra lo hispano y contra cristianos: ¿qué tienen que decir los del lobby pro-marroquí?
I. DEPORTACIÓN DE UNA CIUDADANA ESPAÑOLA PROFESORA DE ESPAÑOL EN EL SAHARA
La profesora barcelonesa Sara Domene, profesora de castellano en El Aaiún, ha sido expulsada del territorio por las autoridades de ocupación marroquí:
"Al principio pensé que me estaban gastando una broma". Sara Domene, de 31 años, no daba crédito cuando, el viernes pasado a mediodía, recibió una llamada del Depositario de los Bienes del Estado Español en el Sáhara, un funcionario que ejerce a veces funciones consulares en El Aaiún.
A Domene le fue ofrecida "protección consular", según Exteriores, pero ella niega haber recibido cualquier propuesta de apoyo
La invitó a que se pasara por su despacho esa misma tarde para leerle una orden de expulsión, firmada por el gobernador del Sáhara, Mohamed Guelmous, que las autoridades de Marruecos habían remitido a la Embajada de España en Rabat: Sara Domene constituye, reza el texto, "una grave amenaza para el orden público y su expulsión es una necesidad imperiosa para salvaguardar el orden público".
Detrás de esa supuesta amenaza se esconde una acusación de proselitismo, un delito que figura en el código penal marroquí. Domene es evangélica y desde noviembre de 2007 daba clases de español en El Aaiún por cuenta de una ONG con sede en Andalucía y con la ayuda económica de una Iglesia Evangélica de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), la ciudad dónde nació.
II. UN NUEVO PASO EN LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA DEL CRISTIANISMO EN MARRUECOS
La propaganda oficialista describe a Marruecos como un país de "secular" "tolerancia" religiosa.
Algo difícil de creer por cualquiera mínimamente informado. Cualquier portugués puede recordar el testimonio de los franciscanos que fueron martirizados a comienzos del siglo XIII.
A lo largo de este año, Marruecos ha deportado, ilegalmente, a más de cien cristianos.
Según El País, el motivo de la expulsión de esta profesora es que profesa la religión evangélica (cristiano protestante).
De ser esto cierto, la pregunta es:
¿no constituye esto una violación del derecho a la libertad religiosa tal y como está reconocida en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos ratificado por Marruecos?
III. LO ESPAÑOL Y LO HISPANO, PERSEGUIDO POR MARRUECOS
Y puede ser esa la causa. Pero hay motivos para pensar que hay otro motivo concomitante. Y es que la profesora Domene se dedica a enseñar español. Y hay que decirlo claramente, lo español y la herencia española están siendo, sistemáticamente, borradas por Marruecos en el Sahara Occidental.
Conviene recordar que Marruecos, al ocupar el territorio, lo primero que hizo fue FRANCOFONIZAR el territorio. A título de ejemplo, eliminó el nombre de la capital del Sahara Occidental, que en árabe y en español es "El Aaiún" para sustituirlo por el nombre francés "Laayoune".
La eliminación de la herencia española fue más allá. En Villa Cisneros, ciudad que fue fundada por los españoles, Marruecos no sólo eliminó el nombre para sustituirlo por "Dajla", sino que además, en 2004 destruyó el monumento más antiguo construido por España en el Sahara Occidental: el fuerte de Villa Cisneros.
Esa destrucción fue denunciada, sin éxito, por el Comité del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS).
Los hechos, por tanto, desmienten al lobby pro-marroquí. Recuerdo una vez más lo que decía Gustavo de Arístegui el día 1 de agosto de 2009 en las páginas de El Mundo:
El problema de escribir sobre Marruecos es que muchas veces el lector ha sido bombardeado con infinidad de tópicos que acaban instalándose en el imaginario colectivo. (...) describen el país como el gran problema de España. (...)
En España hay una muy importante comunidad marroquí que contribuirá cada vez más a un mayor y mejor entendimiento (...)
La comunidad hispanófona marroquí, (...), servirá sin duda de puente entre Marruecos y España (...).
IV. ¿QUÉ HACE MORATINOS? ¿ES UNA PRUEBA PARA EL NUEVO EMBAJADOR? ¿HUBIERA OCURRIDO ESTO EN UN SÁHARA INDEPENDIENTE?
Las preguntas ante estos hechos son:
1- ¿qué hace el ministro Moratinos?
El ministro español lo tiene difícil si quiere engañar a la opinión pública, porque hay un término de comparación de su eventual gestión. Ese término es la administración Obama. Marruecos también ha deportado a ciudadanos norteamericanos y la administración USA ha adoptado una posición de firmeza.
¿Se atreverá Moratinos a adoptar la misma posición que la administración Obama?
2- ¿estamos ante una prueba para el nuevo embajador de España?
Si esto fuera así, estaríamos ante la prueba de que el cambio de embajador se explica como un retroceso en el gobierno español del sector más entreguista respecto a Marruecos.
3- Si El Aaiún fuera parte de una república saharaui independiente
¿se hubiese producido esta expulsión de una ciudadana española?
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"Ha sido el fin de semana más triste de mi vida"
La barcelonesa Sara Domene, profesora de castellano, fue expulsada hoy por Marruecos por ser evangélica
EL PAIS IGNACIO CEMBRERO 28/06/2010 "Al principio pensé que me estaban gastando una broma". Sara Domene, de 31 años, no daba crédito cuando, el viernes pasado a mediodía, recibió una llamada del Depositario de los Bienes del Estado Español en el Sáhara, un funcionario que ejerce a veces funciones consulares en El Aaiún.
A Domene le fue ofrecida "protección consular", según Exteriores, pero ella niega haber recibido cualquier propuesta de apoyo
La invitó a que se pasara por su despacho esa misma tarde para leerle una orden de expulsión, firmada por el gobernador del Sáhara, Mohamed Guelmous, que las autoridades de Marruecos habían remitido a la Embajada de España en Rabat: Sara Domene constituye, reza el texto, "una grave amenaza para el orden público y su expulsión es una necesidad imperiosa para salvaguardar el orden público".
Detrás de esa supuesta amenaza se esconde una acusación de proselitismo, un delito que figura en el código penal marroquí. Domene es evangélica y desde noviembre de 2007 daba clases de español en El Aaiún por cuenta de una ONG con sede en Andalucía y con la ayuda económica de una Iglesia Evangélica de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), la ciudad dónde nació.
"Soy evangélica, pero soy filóloga y me he dedicado exclusivamente a dar clases de castellano con las que recaudábamos dinero para dos centros de niños discapacitados", asegura al teléfono desde Las Palmas dónde llegó hoy procedente de El Aaiún. "Es más, como en El Aaiún no hay iglesia protestante acudía el domingo a la católica de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada para reunirnos entre cristianos".
Desde marzo unos 120 cristianos, en su mayoría occidentales, han sido obligados a abandonar Marruecos. Una enérgica intervención de la Embajada de EE UU logró frenar, la semana pasada, las expulsiones de sus ciudadanos, pero las de otros países como España siguen adelante.
El funcionario español que trasladó la orden a Domene le ofreció "protección consular" para intentar impedir la ejecución de la sanción, precisan fuentes de Asuntos Exteriores. "No es verdad", repite la profesora. "No se me dio tampoco una copia de la orden". "Creo que la diplomacia española podría defendernos con más ahínco". Sin copia Domene queda en situación de indefensión jurídica porque no puede impugnar la orden en los tribunales, según fuentes de su ONG.
Domene es la segunda española expulsada por Marruecos después de Francisco Patón, de 60 años, gerente de una empresa fotovoltaica en Rabat, que, según Exteriores, recurrió la medida a mediados de mayo, ante los tribunales marroquíes, con la ayuda del Consulado de España en Rabat. Su recurso fue desestimado.
Del despacho del funcionario español Domene pasó, el viernes, a la comisaría central de policía. "Allí me esperaban seis agentes empezando por el comisario jefe para comunicarme la orden", recuerda la expulsada. "Me advirtieron de que disponía de 48 horas para largarme y que si no lo hacía habría represalias".
"Al principio hubo tensión porque les pregunté el por qué de la sanción y les dije que era injusta y arbitraria", añade la cooperante. "El traductor que me habían puesto se enfadó conmigo porque, según él, esas cosas no se deben decir ante la policía". "Ellos contestaron que yo no estaba allí para hacer preguntas".
Pero después Domene se echó a llorar "y los policías corrieron a buscar pañuelos y empezaron a dar explicaciones". "Nosotros te conocemos y no tenemos nada contra ti", repetían. "Son órdenes que vienen de arriba y que tenemos que cumplir", se disculpaban.
Cuando salió de la comisaría empezó para Domene el "fin de semana más triste de su vida". "Me dediqué a despedirme de mis estudiantes y ex estudiantes en su mayoría saharauis", rememora. "Los resultados de la labor de Domene han quedado avalados por la obtención, por buena parte de sus alumnos, del certificado de conocimiento de la lengua castellana expedido por el Instituto Cervantes", señala un comunicado del Consejo Evangélico de Cataluña.
"Un buen puñado de alumnos me acompañó hoy al aeropuerto para despedirme", concluye Domene. "La policía estuvo pendiente de mi hasta que embarqué, pero no se produjo el menor problema".