miércoles, 3 de febrero de 2010

La libertad provisional de la detenida política Dagja Lachgar , indicio cierto del deterioro de su salud, tanto física como psíquica


El estado marroquí en lugar de asumir su responsabilidad en la mejora de las condiciones de su detención, la mantuvo confinada durante más de 4 meses en una celda de aislamiento en el ala de la cárcel para mujeres, de la prisión local de Salé (Marruecos), donde también permanecen recluidos otros 6 defensores saharauis de derechos humanos, sometidos a malos tratos de manera vergonzosa y degradante para la dignidad humana. El motivo por el que Dagja Lachgar fue puesta en libertad provisional se ha debido al agravamiento de su estado de salud, que se volvió inquietante, especialmente cuando se negó a tomar alimentos ante las provocaciones racistas y el trato degradante que sufrió por parte de reclusas comunes y algunos funcionarios de la citada prisión. También en un intento de evadir la responsabilidad directa de su tratamiento médico y asumir las consecuencias de esta detención arbitraria y por su omisión y desidia ante su precario estado de salud, tanto físico como psíquico ya que presenta un cuadro preocupante de alteración emocional.

Por lo que tanto la defensa y diversas organizaciones internacionales de derechos humanos exigen que Marruecos asuma la responsabilidad jurídica que le corresponde, por las pésimas condiciones en las que la mantuvo encarcelada en una celda de castigo, donde fue aislada del mundo exterior, incluso privándole de la lectura de prensa y de la escucha de noticias por radio y televisión, lo que ha devenido en graves secuelas, que han contribuido al grave deterioro de su salud.

La liberación parcial y temporal de la detenida política Dagja Lachgar fue debida a la presión internacional que sigue exigiendo además, la liberación inmediata e incondicional, de todos los presos políticos saharauis, empezando por los defensores saharauis de los derechos humanos, que sufren diversas patologías crónicas a consecuencia de las lamentables condiciones en que se encuentran en distintas cárceles marroquíes y, como resultado de la negligencia médica, la tortura física y psicológica y malos tratos por parte de los funcionarios y la administración de dichas cárceles por su posición respecto a la cuestión del Sáhara Occidental a favor de la autodeterminación y la independencia.

Y en base a esto, no se debe considerar a esta liberación provisional, como un regalo o dádiva del estado marroquí, sino como la forma de evadir la responsabilidad directa y plena que debe asumir en el tratamiento médico de Dagja Lachgar por un lado y en un intento de encubrir el sufrimiento de decenas de presos políticos saharauis que sufren graves patologías, muchas de ellas crónicas, como sucede en los casos de Salama Charafi, Almuyahid Mayara, Ali Salem Tamek, Abdu-Dayem Mustafa, Yahya Mohammed Elhafed, Nayem Buba, Bachri Ben-Taleb, Ali Salem Ablag e Ibrahim Brias, que siguen siendo deliberadamente víctimas de la delegación general para la administración de prisiones y la reinserción, la cual no presta atención alguna a su complicado, inestable y peligroso estado de salud, resultado, bien por causa de las huelgas de hambre en las que han participado, o bien a causa de la tortura sistemática de la que fueron y son objeto y por las detenciones por motivos políticos, a las que estuvieron sometidos anteriormente.

La Oficina Ejecutiva de la agrupación de los defensores de los derechos humanos saharauis, CODESA, sigue con atención las deplorables condiciones en que se hayan los presos políticos y de conciencia saharauis en todas las cárceles de Marruecos y manifiesta:

Su solidaridad absoluta, con la detenida política Dagja Lachgar, su familia, y con todos los presos políticos saharauis y con los defensores de los derechos humanos.

Condenando y denunciando constantemente al estado marroquí, ante el maltrato de que son objeto seis presos de conciencia saharauis: Ali Salem Tamek, Brahim Dahane, Ahmed Nasiri, Yahdih Tarruzi, Saleh Lebuihi y Rachid Sgaier, a quienes se les impide el contacto directo con sus familias y con la defensa tanto por teléfono como por correspondencia, y la negligencia médica de que son víctimas todos los presos políticos, a pesar de su precario estado de salud.

Haciendo recargar nuevamente, la responsabilidad directa de la situación física y psicológica de Dagja Lachgar sobre el gobierno marroquí, reclamando además la necesidad de un meticuloso tratamiento por parte de médicos especialistas y que le sea entregado a su familia y a la defensa que le asiste, su expediente médico, el cual contiene los informes y pruebas médicas que constatan su estado de salud tanto físico como mental.

Hacemos un llamamiento tanto a la Cruz Roja Internacional como a Médicos Sin Fronteras y al resto de organizaciones de derechos humanos, para que se forme una comisión internacional compuesta por especialistas médicos, que visite a los presos políticos y de conciencia saharauis que se hayan en las cárceles de Marruecos y sean diagnosticadas las patologías que padecen, ejerciendo presión sobre el estado marroquí para que se haga cargo de su tratamiento, de conformidad con las disposiciones de la reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos.

Y reitera la necesidad de que el estado marroquí respete los derechos humanos en el Sáhara Occidental y Marruecos, incluidos los centros universitarios y de trabajo y que sean liberados todos los presos políticos saharauis y se esclarecezca el paradero de los saharauis secuestrados y desaparecidos.

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