jueves, 21 de enero de 2010

Amnistía Internacional: Aminatou Haidar y su familia se encuentran bajo vigilancia constante en El Aaiún


Madrid.- El pasado 17 de diciembre las autoridades marroquíes permitieron a la defensora de los derechos humanos Aminatou Haidar regresar a su casa, en El Aaiún. Junto con su familia, está desde entonces bajo vigilancia constante, y se ha impedido verla a varias personas que habían ido a visitarla.

Desde que regresó a su casa no ha podido reanudar su vida normal, ni su trabajo de defensa de los derechos humanos, pues las autoridades marroquíes la someten de manera manifiesta a constante vigilancia y no dejan a nadie ir a visitarla.

Hay agentes de policía y de otras fuerzas de seguridad apostados día y noche cerca de su casa. La siguen siempre que sale. Echan a los simpatizantes y periodistas extranjeros que intentan verla.

También se ha hostigado e intimidado a familiares, amigos y simpatizantes suyos del Sáhara Occidental y otras partes de Marruecos, algunos de los cuales han sido agredidos, según informes, al internar ir a visitarla. Varios han sido detenidos e interrogados por agentes de seguridad, incluidos agentes de la Dirección de Vigilancia del Territorio, (Direction de la Surveillance du Territoire, DST).

A otros se les ha dado el alto y se les ha ordenado presentarse en una comisaría de policía, donde los han tenido detenidos durante varias horas y los han interrogado antes de dejarlos marchar.

Aminatou Haidar está mal de salud, pues padece anemia y úlcera de estómago. Se está recuperando muy despacio de los efectos de la huelga de hambre.

Amnistía Internacional ha movilizado a decenas de miles de miembros de su Red de Acciones Urgentes para que escriban al primer ministro y al ministro del Interior marroquíes instándolas a que:

- Permitan a Aminatou Haidar viajar libremente tanto por Marruecos y el Sáhara Occidental como al extranjero.
- Garanticen que otros defensores y defensoras saharauis de los derechos humanos, en particular los amigos, colegas y simpatizantes de Aminatou Haidar, pueden ir a visitarla sin temor a sufrir hostigamiento ni intimidaciones.
- Garanticen que Aminatou Haidar y todos los defensores y defensoras de los derechos humanos pueden ejercer su derecho a la libertad de expresión, reunión y asociación sin temor a sufrir represalias.

Otros ocho activistas siguen detenidos
Por otra parte, la organización sigue reclamando la liberación inmediata e incondicional de otros ocho activistas saharauis encarcelados exclusivamente por ejercer su derecho a expresarse pacíficamente.

Ahmed Alnasiri, Brahim Dahane, Yahdih Ettarouzi, Saleh Labihi, Dakja Lashgar, Rachid Sghir y Ali Salem Tamek fueron detenidos el 8 de octubre a su regreso de Argelia, donde habían visitado los campamentos de Tinduf, dirigidos por el Frente Polisario. Son todos miembros de reconocidas organizaciones de derechos humanos y otros grupos de la sociedad civil. Los siete se enfrentan en un tribunal militar a varios cargos relacionados con el menoscabo de la seguridad interior y exterior del Estado, incluidos los ataques contra su “integridad territorial”. Podrían ser condenados a muerte si se les declarara culpables.

Por otra parte, Idriss Chahtane, director de la publicación semanal Almichaal, fue detenido el 15 de octubre tras publicar un artículo sobre la salud del rey Mohamed VI. Declarado culpable de difundir información falsa con “intención maliciosa” en relación a este artículo, el tribunal ordenó su prisión inmediata, a pesar de que la defensa había recurrido contra el fallo. Idriss Chahtane está recibiendo además un trato punitivo en la cárcel y lo mantienen en régimen de aislamiento.

Amnistía Internacional mantiene en su página www.actuaconamnistia.org una ciberacción a favor de estas personas que ya ha recogido más de 66.000 firmas.

Información complementaria
Aminatou Haidar regresó a su casa el 17 de diciembre por la noche, tras pasar un mes en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote en protesta por su expulsión de Marruecos el 14 de noviembre por haber especificado en su tarjeta de embarque que vivía en el Sáhara Occidental, territorio que Marruecos se anexionó en 1975, en vez de en el “Sáhara marroquí” y por haber dejado en blanco la pregunta sobre su nacionalidad.

Amnistía Internacional ha pedido muchas veces a las autoridades marroquíes que respeten el derecho de Aminatou Haidar a la libertad de circulación, expresión, asociación y reunión, así como el derecho de los defensores y defensoras de los derechos humanos a recoger y difundir información y opiniones sobre cuestiones de derechos humanos sin temor a sufrir hostigamiento ni intimidaciones.

Las autoridades marroquíes parecen estar adoptando una actitud cada vez más represiva hacia el ejercicio de estos derechos por los saharauis, incumpliendo así las obligaciones que han contraído en virtud de los tratados internacionales de derechos humanos, en especial del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que Marruecos es Estado Parte y de la Declaración de la ONU sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos, conocida como Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos.

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